El Gatekeeper representa un hito en la historia familiar de Alec y Bradley Rubin, hijos de Alan Rubin, el fundador de Alec Bradley Cigar. Estos jóvenes emprendedores tomaron la decisión de seguir el legado de su padre en la industria del cigarro, creando un puro único con la guía del renombrado Ernesto Perez-Carrillo. Esta colaboración culminó en una mezcla de excelencia, merecedora de un puesto en el Top 25 de Cigar Aficionado en 2020, consolidando el Gatekeeper como un ícono moderno.
Elaborado en la República Dominicana, el Gatekeeper presenta una capa Ecuador Habano, acompañada de una combinación de tabacos dominicanos y nicaragüenses. La complejidad de su sabor se despliega en capas, combinando notas de pimienta negra, caramelo, y un sutil toque de cuero, logrando un perfil que equilibra lo dulce y lo picante. La banda del cigarro está adornada con la cabeza de Medusa, un guiño a la audacia y al poder de esta mezcla que honra el pasado mientras mira hacia el futuro.
Para Alec y Bradley, el Gatekeeper simboliza un tributo a su herencia y el comienzo de su propio camino en la industria. Cada bocanada de este cigarro refleja el aprendizaje y la visión de una nueva generación, con un equilibrio entre innovación y respeto por la tradición que mantiene viva la pasión por el tabaco.